El menor debe disfrutar de su libertad en el hogar, a través de juegos constructivos. Por eso hay que preguntarnos ¿Qué necesita él(ella)?, y no ¿Qué necesito yo para estar más tranquilo?, cuando exponemos al niño a métodos de aceleración de aprendizaje.
Generalmente, una hora de siesta es suficiente, pero habrá veces que su hijo no haya parado en todo el día y, por lo tanto, el descanso necesariamente tendrá que ser más largo.